Iglesia católica de San Ludovico en Kraslava – lugar donde el sacerdote Vladislavs Litaunieks, en junio del año 1940, en las fiestas de San Donato, sin miedo a las amenazas de los mandos de la ocupación, predicó una homilía muy significativa, invitando a sus ciudadanos a quedarse confiando en Cristo y, si fuese necesario, también a morir. Parece que esta homilía fue ¨la sentencia de muerte¨ para el joven sacerdote.
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